Kevin Carter y la fotografía por la que se suicidó

 


Los premios Pulitzer son aquellos reconocimientos dedicados a lo mejor del periodismo, la literatura y la música. La Universidad de Columbia en New York es la encargada de éstos y anualmente otorga 22 premios en diversas categorías, las cuales incluyen al “Premio Pulitzer de Fotografía Destacada”. Dentro de ésta, se impulsa a los periodistas a tomar una o varias fotografías, una secuencia o un álbum. El único requisito para poder participar, es que dicho producto tiene que ser publicado en algún periódico de origen estadounidense.

Kevin Carter fue un reportero gráfico de origen sudafricano. Antes de comenzar su carrera como reportero, Carter se enlistó en las fuerzas armadas de su país que estaba en guerra en ese momento e intentó ser un profesional de la música siendo DJ. Sin embargo, en ninguno de los dos trabajos surgió un interés profundo por mantenerse en él. Fue hasta la edad de 23 años, cuando decidió convertirse en fotógrafo del Bang Bang Club, un grupo de personas que lograban capturar la imagen de la violencia y el dolor dentro de la guerra en Sudáfrica y países vecinos.



En 1993, Carter y su compañero Joao Silva viajaron a Sudán para fotografiar la hambruna del país. En el viaje, Carter observó a una niña Sudanesa muriendo de hambre y atrás de ella, un buitre esperando a que muera para comérsela. El reportero se quedó mirando aproximadamente 20 minutos tal escena y sin pensarlo dos veces, fotografió la situación. Él aseguró que después de tomar dicha foto, ahuyentó al buitre y se sentó a llorar.  

El 26 de marzo, The New York Times publicó la foto en “Sudan Is Described as Trying to Placate the West!”, un artículo que hablaba de la guerra civil y la hambruna que padecía Sudán. En cuanto salió a la luz la publicación, despertó en los lectores una preocupación sobre si la niña habría sobrevivido o cuál el estado de salud de ella. Por tanto, se obligó al periódico a publicar una nota sobre lo sucedido, aclarando que la niña se recuperó lo suficiente como para sobrevivir.

Un año después, la Universidad de Columbia le dio a Carter el “Premio Pulitzer a la mejor fotografía”, y tal como venía el reconocimiento por su trabajo, vinieron las críticas desgarradoras que hicieron la vida de Carter un infierno. Se abrió un debate entre los críticos, sobre la ética en el periodismo y de sI el fotógrafo debió ayudar a la pequeña, incluso lo llamaron “el segundo buitre”. Fue tanto la presión, las críticas y la muerte de su mejor amigo, las que condujeron a Carter a suicidarse, inhaló monóxido de carbono a través de una manguera conectada al escape de su vehículo, haciendo que encontrara la paz que tanto deseaba en aquel momento.

¿Tu qué opinas? ¿Tomarías la foto? ¿Criticarías al fotógrafo?



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