Orgullo y prejuicio: Darcy como un estándar


Del odio al amor hay un paso. ¿Te has enamorado de alguien a quien juraste odiar alguna vez? ¿Por qué Darcy debería ser un estándar? De la novela “Orgullo y prejuicio” de Jane Austen, existen series y películas basadas en la obra; sin embargo, de la versión de la que te hablaré hoy es la de 2005, en la que la preciosa Keira Knightley y Matthew Macfadyen interpretan los papeles principales.

En una época donde las clases sociales están demasiado marcadas y no te casas por amor, sino por dinero y estatus, lo único que te queda es aceptar con quien te casen y llevar tu vida con esa persona. Para iniciar con todo el cuento de que el rico se enamora del pobre, Elizabeth es la segunda de las cinco hijas de los Bennet. La madre de esta está desesperada por casar a cualquiera de sus hijas con cualquier hombre que sea demasiado rico y pueda mantenerla a ella y a su esposo cuando sean viejos. A pesar de los intentos de su madre, a Elizabeth no le importa eso; ella quiere a alguien con quien tenga una conexión romántica, el amor verdadero.


En el baile del señor Bingley, un joven sumamente rico que llegó a la ciudad, y la madre de la familia espera que alguna de sus hijas se case con él. En el mismo baile, el mejor amigo de Bingley, Mr. Darcy, se presenta; es un hombre sumamente rico, serio y reservado que, al conocer a Lizzie, se da cuenta de que ambos son totalmente distintos y hace un gran esfuerzo por parecer desinteresado en ella. Después, Bingley invita a Jane, la hermana de Lizzie, a su casa, ambos estaban muy enamorados. Por fortuna, para la madre de ambas, ella se enferma y se tiene que quedar en su casa, por lo que Elizabeth tiene que ir a cuidarla. Durante ese tiempo, Darcy y ella tienen charlas intelectuales sobre su opinión de la vida; sin embargo, para ella, él es solo un presumido, aunque ambos disfrutan de debatir en estas charlas.

Cuando la marina llega al pueblo, el señor Wickham es uno de los que se interesa perdidamente por Elizabeth. Al enterarse de que Darcy estaba en el pueblo, este le cuenta la mitad (o tal vez la mentira completa) de su relación con él. Después, en el baile de Bingley, Darcy invita a Lizzie a bailar y discuten sobre la situación, sin que él dé detalles del asunto.

Cuando la joven visita a una amiga recién casada, visitan a Lady Catherine, la tía de Darcy, quien también está presente en la mansión. En una misa, hablando con un amigo de él, se da cuenta de que Darcy ayudó a uno de sus amigos a salvarse de un matrimonio, justo el señor Bingley. Cuando salen de la misa, está lloviendo y ella corre, mientras Darcy sale detrás de ella y ocurre lo inesperado. “He luchado en vano y ya no puedo dominarme más. Estos meses han sido un tormento. Vine a Rosings con el único objeto de verla a usted. He luchado contra mi buen juicio, contra mi familia, la inferioridad de su cuna, mi rango y muchas cosas más, pero estoy dispuesto a dejarlas a un lado y pedirle que acabe con mi agonía… la amo con toda mi alma. Por favor, haga el honor de aceptar mi mano”. Ella simplemente ya estaba cegada por el orgullo y el prejuicio, lo rechazó y lo acusó de separar a su hermana de Bingley, además de lo de Wickham, haciendo que Darcy se alejara de ella.


Al otro día, Darcy le entrega una carta a Elizabeth, aclarando todo lo sucedido. Y es ahí donde ella se da cuenta de que todo estaba al revés, ella lo juzgó erróneamente. En Pemberley, segura de que Darcy no estaría en su finca, ella va sin querer encontrárselo, pero ¡oh sorpresa! Sí estaba y hacen, por primera vez, una plática sin discutir. En la cena, Elizabeth se entera de que su hermana menor, Lidia, se había escapado con Wickham. Como ayuda, sin que nadie supiera, Darcy ayuda a Lidia, haciendo que se case con el hombre de la marina y pagando todos los gastos que surgirán como pareja.

Días después, Bingley y Darcy van a la casa de los Bennet y le pide matrimonio a Jane, sabiendo que todo lo que ha estado haciendo Darcy ha sido por su buena voluntad y amor hacia Lizzie. Sin poder dormir más, dando vueltas con lo sucedido, ella se levanta de la cama y va a caminar, donde se encuentra con Darcy, y este le dice: "Si sus sentimientos son los mismos que en abril, dígalo de una vez, una palabra suya me silenciará para siempre. Si sus sentimientos hubiesen cambiado, tendría que decirle que me ha hechizado en cuerpo y alma y la amo, la amo, la amo, no quiero estar sin usted otro día.” Inmediatamente, ella besa sus manos, diciendo con el gesto lo que las palabras no pueden decir.

Ambos se comenzaron odiando por sus diferencias. Es un amor que se construye poco a poco a base del trato y los hechos. Por ello, con todo lo ya relatado sobre las acciones de Darcy, este hombre se ha convertido en uno de los personajes más queridos y como un estándar, principalmente porque es un hombre generoso y bondadoso, en el que evoluciona tanto el amor hacia Lizzie como hacia su persona, en el que se muestra como protector y leal, un hombre compasivo y afectuoso siendo su carácter duro y serio. Las acciones que él hace por Elizabeth hacen de Darcy un hombre sumamente divino.



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