Orgullo y prejuicio: Darcy como un estándar
En
una época donde las clases sociales están demasiado marcadas y no te casas por
amor, sino por dinero y estatus, lo único que te queda es aceptar con quien te
casen y llevar tu vida con esa persona. Para iniciar con todo el cuento de que
el rico se enamora del pobre, Elizabeth es la segunda de las cinco hijas de los
Bennet. La madre de esta está desesperada por casar a cualquiera de sus hijas
con cualquier hombre que sea demasiado rico y pueda mantenerla a ella y a su
esposo cuando sean viejos. A pesar de los intentos de su madre, a Elizabeth no
le importa eso; ella quiere a alguien con quien tenga una conexión romántica,
el amor verdadero.
Cuando
la marina llega al pueblo, el señor Wickham es uno de los que se interesa
perdidamente por Elizabeth. Al enterarse de que Darcy estaba en el pueblo, este
le cuenta la mitad (o tal vez la mentira completa) de su relación con él.
Después, en el baile de Bingley, Darcy invita a Lizzie a bailar y discuten
sobre la situación, sin que él dé detalles del asunto.
Cuando
la joven visita a una amiga recién casada, visitan a Lady Catherine, la tía de
Darcy, quien también está presente en la mansión. En una misa, hablando con un
amigo de él, se da cuenta de que Darcy ayudó a uno de sus amigos a salvarse de
un matrimonio, justo el señor Bingley. Cuando salen de la misa, está lloviendo
y ella corre, mientras Darcy sale detrás de ella y ocurre lo inesperado. “He
luchado en vano y ya no puedo dominarme más. Estos meses han sido un tormento.
Vine a Rosings con el único objeto de verla a usted. He luchado contra mi buen
juicio, contra mi familia, la inferioridad de su cuna, mi rango y muchas cosas
más, pero estoy dispuesto a dejarlas a un lado y pedirle que acabe con mi
agonía… la amo con toda mi alma. Por favor, haga el honor de aceptar mi mano”.
Ella simplemente ya estaba cegada por el orgullo y el prejuicio, lo rechazó y
lo acusó de separar a su hermana de Bingley, además de lo de Wickham, haciendo
que Darcy se alejara de ella.
Días
después, Bingley y Darcy van a la casa de los Bennet y le pide matrimonio a
Jane, sabiendo que todo lo que ha estado haciendo Darcy ha sido por su buena
voluntad y amor hacia Lizzie. Sin poder dormir más, dando vueltas con lo
sucedido, ella se levanta de la cama y va a caminar, donde se encuentra con Darcy,
y este le dice: "Si sus sentimientos son los mismos que en abril, dígalo
de una vez, una palabra suya me silenciará para siempre. Si sus sentimientos
hubiesen cambiado, tendría que decirle que me ha hechizado en cuerpo y alma y
la amo, la amo, la amo, no quiero estar sin usted otro día.” Inmediatamente,
ella besa sus manos, diciendo con el gesto lo que las palabras no pueden decir.
Ambos
se comenzaron odiando por sus diferencias. Es un amor que se construye poco a
poco a base del trato y los hechos. Por ello, con todo lo ya relatado sobre las
acciones de Darcy, este hombre se ha convertido en uno de los personajes más
queridos y como un estándar, principalmente porque es un hombre generoso y
bondadoso, en el que evoluciona tanto el amor hacia Lizzie como hacia su
persona, en el que se muestra como protector y leal, un hombre compasivo y
afectuoso siendo su carácter duro y serio. Las acciones que él hace por
Elizabeth hacen de Darcy un hombre sumamente divino.
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