Medios de comunicación: Escritores de nuestras vidas

 


¿Te has preguntado alguna vez si los medios de comunicación nos están manipulando? ¿O nos están observando? Es el dilema de las redes sociales.  Si no es así, reflexiona y pregúntate cuántas veces dijiste que querías algún producto en especial, y después en tu teléfono, estando en alguna red social, te han salido anuncios y ofertas sobre ese producto. ¿Te ha pasado? Yo creo plenamente que estamos bajo la influencia de los medios de comunicación. Tal vez no nos vigilan como tal, sin embargo, soy fiel creyente de que están pendientes de qué vemos y qué intereses tenemos, con ello, mostrarnos contenido similar y hacer que pensemos de una forma exacta o que queramos algún producto en especial.

El día hoy te voy a contar de una película que, si no es exactamente igual a la situación que ya te comenté, habla perfectamente de cómo los medios manipulan: The Truman Show. Truman Burbank es un hombre común y corriente, un agente de seguros que vive felizmente con su esposa. Él vive como si nada, pues no sabe que es parte del elenco de un programa de televisión, al que es el protagonista desde que nació.

Lo que lleva a Truman a toparse con la realidad en la que vive, es cuando empieza a notar la rutina diaria y el guión que tienen las demás personas con él: "Buenos días, y en caso de que no los vea luego, ¡buenos días, buenas tardes y buenas noches!" Es la frase que todos los días, al salir a trabajar, Truman les decía a sus vecinos. Después, una luz cae del cielo. ¿Por qué caen luces del cielo?


Otros eventos que lo hicieron dudar de la realidad, es cuando se acuerda de una chica de su escuela, de cómo le gustaba y cómo desapareció misteriosamente, ¿Casualidad? A pesar de ello, se logra enamorar de otra mujer, quien ahora es su esposa. Lo chistoso y raro de la película es que, cuando habla con él, hace anuncios publicitarios con los productos que toma.

Truman tiene miedos. El primero, al agua, porque cuando de niño, su papá y él estaban navegando cuando de pronto tuvo un accidente y jamás lo volvió a ver. Siendo ya adulto, Truman ve a su papá y lo intenta seguir, hasta que, por arte de magia, vuelve a desaparecer. El segundo de sus miedos, a los aviones, pues le han dicho que son malos, sin embargo, al darse cuenta de que todo es una farsa, busca ir a Fiji y salir de la ciudad. Entonces es cuando todo el elenco hace hasta lo imposible para que Truman no pueda salir de allí.

Sin duda del gran engaño, Truman agarra un bote y empieza a navegar sin que nadie de los elencos ni directores se den cuenta. De pronto, llega a una pared. Ahí se encuentra con Christof, el director de su vida, le dice que es la estrella del programa. Sin pensarlo, Truman se sale del set sin antes despedirse de la audiencia. Ahí es cuando el programa finalizó después de más de treinta años al aire.

Esta película, como ya te conté, es el engaño de la televisión en la televisión. No hace una referencia como tal, pero se puede comparar con el mito de la caverna de Platón, donde en ambas situaciones la realidad al principio es una ilusión y la percepción de la realidad está manipulada. En el mito, está con las sombras que están proyectadas en la pared, mientras que en Truman Show, está manipulado por lo que diga el director. Después pasan a descubrir la realidad y tomar su propia libertad.

Como reflexión dentro de la película, están los dos conceptos de tipos de personas: las que viven engañadas y en la ignorancia de lo que sucede a su alrededor, y las personas que tienen el poder de la verdad, quienes están despiertos en y sobre el mundo en el que viven. ¿Qué opinas tú? ¡ES HORA DE DESPERTAR!



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